Autoridades indonesias advierten de escasez de comida y medicamentos tras inundaciones
Las autoridades de las regiones de Indonesia afectadas por graves inundaciones advirtieron de escasez de comida, cobijo y medicamentos tras semanas de lluvia que dejaron 950 muertos, según el último balance del lunes.
Varias tormentas tropicales y lluvias monzónicas provocaron desprendimientos de tierra e inundaciones repentinas en países del sur y el sureste asiático que dejaron cientos de muertos en Indonesia, Sri Lanka o Tailandia.
"Falta de todo, especialmente personal médico. Nos faltan doctores", dijo a la prensa Muzakir Manaf, gobernador de la provincia de Aceh en Indonesia.
La agencia nacional de gestión de desastres de Indonesia (BNPB) cifró el lunes en 950 las víctimas mortales de estas precipitaciones. También reportó 274 desaparecidos y al menos 5.000 heridos.
Hospitales, escuelas y oficinas administrativas quedaron destrozadas. Numerosos puentes se derrumbaron, lo que ha dejado a muchas comunidades aisladas.
La BNPB estimó en hasta 3.100 millones de dólares el coste de las tareas de reconstrucción en las zonas afectadas.
En otro de los países más afectados por las lluvias, Sri Lanka, el ejército desplegó miles de soldados adicionales para las tareas de auxilio tras un poderoso ciclón que mató a 627 personas.
Más de dos millones de personas, un 10% de la población del país, se vieron afectadas por el ciclón Ditwah, el peor que ha azotado esta isla al sur de India en este siglo.
"Desde el desastre, las fuerzas de seguridad han podido rescatar a 31.116 personas que estaban en peligro", dijo el jefe del ejército, Lasantha Rodrigo, en un comunicado.
El presidente esrilanqués, Anura Kumara Dissanayake, prometió un paquete de 33.000 dólares a los afectados para comprar tierras en zonas seguras y reconstruir sus vidas.
También pidió ayuda internacional porque su país, todavía recuperándose de una debacle económica en 2022, no puede financiar por sí solo la reconstrucción.
Las lluvias monzónicas y las tormentas tropicales son habituales en el sur y el sureste de Asia. Sus aguas permiten inundar los campos de arroz que sustentan las vidas de muchos de sus habitantes.
Pero el cambio climático ha hecho que estos fenómenos sean más erráticos, impredecibles y mortíferos en estas regiones.
A.Krishnamurthy--BD