Un mes después del incendio de Hong Kong, la culpa y el dolor pesan sobre los sobrevivientes
Juntos frente a las pirámides de Egipto, la Torre Eiffel o el Taj Mahal. Yip Ka-kui muestra en su teléfono fotos que le traen recuerdos felices con su esposa Pak Shui-lin, fallecida hace un mes en el incendio más mortífero de Hong Kong en varias décadas.
Yip, de 68 años, es una de las miles de personas que perdieron a un ser querido en la catástrofe del complejo de rascacielos residenciales Wang Fuk Court, algo que pocos hubieran imaginado en una de las ciudades más seguras y desarrolladas de Asia.
Mientras el gobierno de Hong Kong continúa con las investigaciones y las operaciones de emergencia, los expertos estiman que las secuelas psicológicas serán difíciles de curar, tanto para los sobrevivientes como para las familias en duelo por los más de 160 fallecidos y los testigos.
"Me siento culpable, sigo teniendo la impresión de que le avisé demasiado tarde y que, por eso, no pudo escapar a tiempo", confiesa Yip.
El pasado 26 de noviembre, las llamas envolvieron rápidamente siete de las ocho torres de viviendas del complejo, que estaba en obras y rodeadas de mallas plásticas de protección de mala calidad que pudieron contribuir a la propagación del fuego.
Yip escapó primero, pero como las alarmas de incendio no sonaron, su esposa fue a llamar a las puertas de los vecinos para avisarles, según un superviviente.
"Unos minutos de diferencia entre nosotros y nunca la volveré a ver. No puedo aceptarlo", lamenta.
- Daños psicológicos -
Poco después de que se iniciara el incendio, Isaac Yu, psicólogo, ayudó a movilizar a decenas de colegas para apoyar a los residentes damnificados. "La magnitud, la inmediatez y el grado de impacto superaban" todo aquello para lo que él y sus colegas habían sido formados, subraya.
Yu explica que quienes lo perdieron todo lograron mantener la calma en los primeros momentos. Pero el especialista teme que más adelante sufran una crisis y desarrollen estrés postraumático.
Oenegés como Samaritan Befrienders se han puesto en contacto con las familias en duelo para ofrecerles servicios de salud mental gratuitos, además del apoyo disponible en los alojamientos temporales.
En esta ciudad semiautónoma china de 7,5 millones de habitantes, muchos también siguieron obsesivamente las noticias en el momento del incendio, lo que pudo generar una importante carga mental, según Yu.
"Para aquellos que no buscan ayuda activamente, me temo que se pierda la oportunidad de intervenir, lo que podría dar lugar a problemas de salud mental más graves y a tragedias", advierte.
- Tiempo para calmarse -
Johnson Wong, un director comercial de 51 años, cuenta a la AFP que su familia tenía dificultades para controlar su dolor, ya que dos de sus seres queridos seguían desaparecidos.
La mayoría de los cuerpos han sido identificados. Sin embargo, algunos restos mortales quedaron reducidos a cenizas. Por lo tanto, es necesario realizar pruebas de ADN, que llevan mucho tiempo, indicó la policía.
La esposa de Wong esperaba buenas noticias sobre su hermana y su madre. Pero sus peores temores se vieron casi confirmados cuando le mostraron fotos de dos cuerpos carbonizados en su departamento.
"Si la prueba de ADN es concluyente, ese será el final. Pero si no es así, ¿qué podemos hacer?", se cuestiona Wong, al contar que el incendio probablemente haya privado a su sobrina, estudiante universitaria, de su único familiar vivo.
"Llevará mucho tiempo calmar a la familia", sostiene.
- Aspectos "incomprensibles" -
Tras mudarse con sus hijos, Yip desea que su apartamento se reconstruya tal y como estaba.
El gobierno aún no se ha comprometido a renovar ni a demoler el complejo en ruinas, y los actores del sector estiman que la reubicación llevará años.
El martes, un comité presidido por un juez visitó el lugar en el marco de una investigación que debería dar lugar a un informe en nueve meses.
A principios de diciembre, la policía anunció que detuvo a 21 personas relacionadas con diversas empresas de construcción y subcontratación, la mayoría por homicidio involuntario y algunas por fraude. Estas cifras no se han actualizado desde entonces.
Yip espera que las autoridades aclaren los numerosos aspectos "incomprensibles" de la tragedia.
Wong, por su parte, se muestra más desilusionado: "Obtener una respuesta es mejor que nada, pero ¿puede eso reparar lo que hemos perdido?".
F.Prabhu--BD